miércoles, 6 de agosto de 2008

:: Franja Morada retuvo la Presidencia de la Federación Universitaria Argentina

Franja Morada retuvo la presidencia de la Federación Universitaria Argentina




Pablo Domenechini, de la Universidad de Lomas de Zamora, fue elegido para el período 2008-2010. La organización radical preside la FUA desde 1983. La elección no sorprendió porque a la hegemonía que tuvo en el interior del país se sumó la división de la fuerza estudiantil peronista.

La agrupación radical Franja Morada obtuvo hoy una vez más la presidencia de la Federación Universitaria Argentina (FUA), en una elección que terminó de resolverse esta mañana pero que no sorprendió pues a la hegemonía que tuvo en el interior del país se sumó la división de la fuerza estudiantil peronista.


A ese resultado contribuyeron la adhesión mayoritaria a Franja Morada en las universidades más numerosas del interior del país, el hecho de que el peronismo se presentó en dos listas separadas y la fractura de la izquierda frente al conflicto del campo.



Los radicales obtuvieron 332 delegados sobre 950 acreditados y colocó a Pablo Domenechini, de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, como nuevo presidente para el período 2008-2010, en reemplazo del marplatense Mariano Marquínez, también de Franja, que preside la FUA desde 1983.


El disputado cargo de secretario general, que antes del Congreso aspiraban todas las fuerzas opositoras, quedó para la Juventud Universitaria Peronista (JUP), que obtuvo 188 delegados llevó a ese puesto a Damián Corino, de la Universidad Tecnológica Nacional regional Buenos Aires.



La JUP, una fuerza estudiantil que responde al kirchnerismo a nivel nacional pero integra además el peronismo más histórico y tradicional, no pudo cerrar una lista de unidad con el Movimiento 22 de Noviembre, compuesto básicamente por sectores kirchneristas mas "puros", como el Frente Universitario por la Victoria y Causa K.


Universidad Lunes, 21 de Julio de 2008

Entrevista con el nuevo presidente de la FUA, Pablo Domenichini
"Hay que derogar la ley del menemismo"
Con 322 votos sobre 950 delegados de todo el país, Franja Morada retuvo la conducción de la Federación Universitaria Argentina. Domenichini anticipa que la FUA trabajará por una nueva norma universitaria, la inclusión estudiantil y más comedores.

"Una nueva norma tiene que tener el consenso de todos los sectores", dice el estudiante de la UNLZ.


Por Julián Bruschtein
Desde San Luis
Como se esperaba, Franja Morada seguirá otros dos años al frente del movimiento estudiantil universitario. En el congreso que concluyó ayer en San Luis (ver aparte), fue designado como presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA) Pablo Domenichini, de 26 años, estudiante de Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. En esta entrevista desgrana el plan que desarrollará al frente de la organización gremial estudiantil.
–¿Cuáles van a ser los principios rectores de su gestión?
–Este es un año muy importante para los universitarios argentinos, son los 90 años de la Reforma y no lo tomamos sólo como una cuestión meramente conmemorativa sino que lo aprovechamos como un buen momento para repensar a la universidad argentina y, a partir de ahí, empujar las cualidades que necesita tener en estos tiempos. Por supuesto que vamos a seguir trabajando en todo lo que ya venía trabajando la FUA, en las necesidades de los estudiantes. Acompañando esta política de repensar la universidad y de ver cómo enfrenta lo que la sociedad le requiere, estamos inmersos en el debate para generar una nueva ley de educación superior. Estos son temas centrales, la FUA va a participar de todos los espacios de discusión que se le planteen y vamos a generar los espacios propios para desarrollar este debate y tener una postura firme.
–¿Cuál es la propuesta de ley de educación superior que impulsa la FUA?
–Nosotros ya venimos manteniendo reuniones con diputados y senadores, mostrando nuestra propuesta. Primero es fundamental derogar la ley sancionada durante el menemismo. Estamos convencidos de que una nueva normativa tiene que tener el consenso de todos los sectores universitarios, principalmente del movimiento estudiantil. La nueva ley tiene que estar acompañada necesariamente por la problemática presupuestaria de la universidad. No puede haber un marco normativo legal que no esté acompañado de un aumento de presupuesto porque, cualquiera sea este marco, si las universidades continúan con el ahogo presupuestario que arrastran de los '90, no hay manera de generar las condiciones para cumplir las pautas de hoy en día.
–¿Cómo evalúa el debate que se viene desarrollando en el Congreso sobre la nueva ley?
–Vemos que hay cuestiones en este debate que van a ser positivas, pero insisto en que seguramente hay otros aspectos que va a haber que profundizar. Por ejemplo, la ley sí o sí va a tener que adaptarse a la economía, tiene que enmarcar el aumento presupuestario. Y por supuesto va a tener que seguir marcando los principios reformistas, pero no solamente enmarcarlos en la autonomía universitaria sino además cómo se los desarrolla aun más.
–¿Qué otra propuesta llevará adelante en su mandato?
–El programa de inclusión estudiantil, que ya se venía desarrollando, está dirigido a la conformación de un plan integral para encarar las dificultades económicas que padecen gran cantidad de alumnos. Vamos a seguir trabajando con ese plan, ningún estudiante tiene que privarse de ingresar en la universidad, ni tiene que verse en la obligación de abandonar la universidad por problemas económicos. El Estado tiene que ser garante de estos aspectos inclusivos para que la posibilidad de adquirir conocimiento sea igual para todos. Por eso algunos ejes se centran en el aumento tanto del monto como de la cantidad de becas que otorga el Ministerio de Educación, la creación de comedores universitarios donde todavía no existan, y donde sí, que puedan ofrecer un menú con precios bajos al que todos los alumnos puedan acceder. La creación de viviendas universitarias y un programa de atención primaria de la salud, como el que está en funcionamiento en la UBA y la Universidad Nacional de Rosario.
–Algunos sectores estudiantiles plantean que faltan espacios de debate interno.
–Nos proponemos hacer una FUA lo más plural posible, donde todos los sectores participen. La dinámica de la FUA se la dan todos aquellos que están en los centros de estudiantes, que participan. A pesar de tener diferencias con las demás agrupaciones, es fundamental su participación en la FUA. La dinámica de poder discutir y debatir es responsabilidad de todos. Hubo un cambio entre el presente y los años '90, cuando, ante el neoliberalismo, la federación tuvo un rol importante de oposición a esas políticas, por lo tanto era mucho más visible. Todavía existe en estos tiempos un ataque a la universidad pública, hay sectores que no van a cambiar porque no entienden a la universidad como un bien social.